La cena del 21 de noviembre, tuvo
lugar una vez comprobado que no se había acabado el mundo, aunque, eso sí, alguno la disfrutó como si fuera a ser la
última.
El menú que ya conocéis se
modificó ligeramente, cambiando las lentejas con castañas `por una riquísima
terrina de lechuga, que algunos pensaron que era de espárragos y añadiendo en
la prima mensa un “Agnum cun liquamem salsum” o cordero al garum, para chuparse los dedos.
Terminamos la noche en el Rincón
del Arte Nuevo, del que salimos a muy altas horas..
¡Hasta la próxima!